Que al mirarte quiera cantarte, que el mirarte se vuelva poesía, que simplemente al cruzar las miradas se hagan realidad nuestras fantasías.
Quizás dentro de mi llevo el infierno, quizás muero en silencio... estas llamas no lastiman, estas llamas son pasiones en fuego.
Deja que tu piel se vuelva mi lienzo y mis uñas dibujen en ti cada sentimiento, cada deseo, cada momento, mis llamas piden a gritos consumirse en el placer eterno.
Que el silencio sea cómplice de los gritos de nuestras miradas, de la unión de nuestras almas, de las cenizas de cada madrugada.
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