Puedo creer en cosas paranormales siempre y cuando pueda sentirlas y verlas, “Hay que ver para creer” por eso creo en almas nocturnas, almas en pena, que viajan a través de las paredes para atormentar a sus victimas.
Escondida en la oscuridad de una habitación, siempre llegaban sin razón haciéndome sentir un poco de temor, se posaban de pared en pared, se divertían moviendo las cosas, tal vez a algunas les gustaba compartir conmigo porque también a mi lado se sentaban, muchas veces quedaba inmóvil de miedo pero otras los ignoro por completo, tenia muchas cosas que pensar como para que me distrajeran.
El mundo es totalmente patético, ha sido apoderado por la sociedad y un gobierno que nunca puede ser capaz de satisfacer a todos, la verdad no creo que eso nunca pase, pues todos tenemos pensamientos, gustos y sentido de la justicia muy diferente.
Simplemente odio al mundo por quienes lo poseen, por su gobierno, por la sociedad y por personas completamente despreciables incapaces de aceptar que todos somos diferentes y que no todos podemos seguir una misma ideología, una misma religión, una moda, un pensamiento, simplemente hablan sin parar para despreciar y denigrar a aquellos que somos muy diferentes a ellos, se ahogan en su ignorancia y clausuran su mente. Realmente son despreciables.
Me preguntaba que podía hacer? Y empecé un debatir con mi ser interior:
-Voy a seguir encerrada y escondida por el resto de mi vida?
-Tal vez podrías quitarte la vida.
- Y dejar de existir así no mas sin nada que pueda lograr?
- Podrías tu alma sacar a pasear y divertirte un rato.
- No creo que pueda quedar ambulando como ellos y no voy a probarlo arriesgando no poder saber mas de mi, tengo que pensar en algo que hacer, necesito divertirme y no exactamente como lo hacen los demás.
-Y que puedes hacer?
- Mmmm la verdad no estoy segura, creo en almas solitarias, burlonas y demás, pero no estoy segura que pueda quedar igual, pero hay algo mas que siempre me ha llamado la atención, algo que cada vez que veo en películas sueño con ello, algo en lo que no puedo creer porque no he visto, pero realmente desearía que algún día frente a mi llegue, que me vuelva su victima y me lleve lejos, pero sin ser devorada solo en su mundo ser aceptada. Pero no puedo seguir soñando despierta mejor vuelvo a mi patética realidad a luchar en este manejado mundo.
Observo la ventana asegurándome de que esta cerrada pues en mi zona el hampa andaba suelta, luego me doy media vuelta y me quedo dormida.
Despierto como todos los días, a seguir mi rutina, escucho las criticas de mis compañeros de trabajo y estudio solo por vestir y tener gustos diferentes al de ellos, “al diablo pienso” me resbalan sus palabras ni piensen en que tendrán mi atención.
Por otro lado puedo decir que pocas personas son de mi agrado y trato de pasarla bien con ellas y comunicarme para tener al día que me importan.
Luego de una monótona y entupida rutina, vuelvo a casa de nuevo a mis cuatro paredes, pensando y fantaseando con la llegada de aquel deseado ser, así pase un par de años, sin casi nada nuevo en mi vida, solo una monótona y agotadora rutina, donde logro ser un poco feliz es sumergida en la oscuridad fantaseando con afán.
Una noche salí a tomar aire fresco al balcón de mi habitación, como siempre con luces apagadas, solo con la luz de la luna, fue en ese momento que sucedió:
Sola me encontraba, admirando la belleza de la luna, sentía que alguien me miraba, pero no eran aquellas miradas de siempre, no eran aquellas almas acompañantes, era una mirada distinta, sentía gran importancia en ella, volteaba muchas veces pero a nadie encontraba.
Fue cuando decidiste aparecer, que mi cuerpo no se pudo mover, frente a mí estabas, tal como te imagine: Increíblemente hermoso, con labios color de un admirable rojo, me mirabas sin cesar mientras yo moría de miedo y emoción a la misma vez.
No lograba dejar de observarte como tampoco tu a mi.
De pronto diste un paso y te hable:
- Realmente existes.
El: No creías en mi?
- Puede ser, no creo en lo q no veo,
El: Pero Se que me soñabas.
- Si, también te esperaba.
El: Entonces como puedes decir que no creías en mi?
- No estoy segura, leo las legendas y mitos sobre ti, realmente me gustaban y fantaseaba con conocer y tener a alguien como tú a mi lado, con que realmente existiera y algún día alguno conociera.
El: No digas más.
Pude sentir tu deseo en ese momento, posaste detrás de mí, saboreaste mi cuello y de pronto empecé a sentir que desvanecía, ya mi sangre corría dentro de ti, mientras iba perdiendo el conocimiento me susurraste al oído “Como no negarme a tu deliciosa sangre”.
Mas tarde desperté, observe mí alrededor y allí estabas, observándome de nuevo con esa mirada que me posesiona, no sabia donde estaba y pregunte:
- Donde estoy?
El: En el lugar de tus sueños, no es esto lo que querías?
- Pudiste haberme matado y no lo hiciste.
El: Pude, pero quien dijo que quería? Eso no es lo que quieres, me alimento diariamente de sangre humana dejando sin aliento a mis victimas, pero jamás había sentido el deseo de ser alguien como los míos que el tuyo, soñabas a diario con la aparición de algunos de nosotros, sentía tu deseo, como sentía el mío por tu sangre, tu aroma me llamaba, pero nunca supe donde estabas, así como me esperabas, yo te buscaba y mi único guía era tu aroma, cada vez se hacia mas fuerte el deseo, hasta que decidí hablar con el príncipe y pedir permiso para abrazarte.
- Tienes que pedir permiso para abrazarme? En mi mundo es algo muy, muy natural, no entiendo.
-El: Abrasar es lo que llamamos en mi mundo convertir a humanos en vampiros, para eso tenemos que pedir permiso a al principie, si no lo hago pongo en riesgo mi vida y la tuya.
- Disculpa mi ignorancia a pesar del interés en ustedes, había ignorado ese detalle, se como me convertiste mas no sabia el nombre del proceso (Baje la cara con mucha vergüenza por mi falta de conocimientos a pesar de la gran admiración que les tenia)
-El: Descuida ahora es cuando mas aprenderás de nosotros, para eso estoy chiquilla, si sabes el concepto de chiquilla o te sientes ofendida con eso? (Sonreíste mientras levantabas mi cara con tus suaves manos y me miraste con dulzura, sentía una emoción inexplicable no imagine que existieran tan dulces como tu).
- Si lo se, ya había leído sobre eso.
El: Fue desde entonces que poco a poco como me fui acercando, hasta que esta noche te ví en el balcón observando la luna, destilando aquella fragancia que me mataba, solo yo sabia tu deseo de ser como nosotros, pero si hay otros que desean tu sangre, que sin pensarlo te fuesen arrebatado la vida, yo solo quería deleitarme un poco al mismo tiempo que cumplo tu sueño y te traigo conmigo, ahora en adelante serás mi fiel compañera, iremos todas las noches a secar cuerpos de miserables almas, de aquellos quienes te lastimaron y viven manchando tu mundo, así probaras la sangre y aprenderás a manejar tu deseo por la misma hasta el momento que lo controles, será ese momento que disfrutaras mi sangre, será ese momento que este seguro que no me destruirás, será ese momento en el que ambos podamos entregarnos libremente sin dañarnos.